Análisis del libro de divulgación científica “ El elixir de la muerte “ de Raúl Alzogaray
Dominio disciplinar de referencia : Química biológica
Descripción
El producto al que nos referiremos es un libro de divulgación científica titulado “ El elixir de la muerte y otras historias con venenos” de Raùl Alzogaray – 1º ed , marzo 2007.
Dicha publicación forma parte de la colección “ Ciencia que ladra … no muerde” dirigida por Diego Golombek y editada por la Universidad Nacional de Quilmes y Siglo XXI.
El AUTOR ES Doctor en Ciencias biológicas de la UBA, Investigador del CONICET y Becario de la OMS. Ha escrito otras obras de divulgación científica , como , por ejemplo , “ Historia de las células” ( Capital Intelectual , 2006) y es colaborador habitual de los Suplementos de Ciencia , en varios periódicos nacionales de circulación masiva.
Su dirección de e- mail es : ralzogaray@hotmail.com
El libro està organizado en capítulos, cada uno de los cuales gira en torno a una sustancia tòxica ( de origen natural , biológico o sintético) a travès de sus implicaciones en una historia real ( de epidemias , de errores , de curaciones , de crímenes) que van desde el hongo del cornezuelo del centeno , en el episodio de “ Las brujas de Salem”, a fines del SXVII , hasta el muy reciente envenenamiento con Polonio 210 , del disidente ruso Alexander Litvinenko , por causa de sus denuncias pùblicas de los crímenes políticos cometidos en Chechenia.
El rasgo comùn de todas las historias es una narración llana, amena , que , sin mella del rigor científico, abre espacios para la curiosidad e incluso , para la emoción.
La intención de la obra , no del todo explìcita , pero fácil e inequívocamente reconstruible , a partir de su lectura, es poner en relieve la índole dual de todas las sustancias : tanto de las popularmente calificadas como tòxicas , como de las consideradas beneficiosas.
Como escribiò el químico y mèdico suizo Paracelso , a mediados del SXV, “ Toda sustancia es un veneno . No hay ninguna que no lo sea. Es la dosis en que se administra , lo que puede hacer de ella una droga saludable o un tòxico letal”.
Esta breve afirmación, constituye , sin embargo , la base de la Toxicología moderna.
La Toxicología y la Farmacología estàn inseparablemente unidas ( Asclepio , el dios griego de la Medicina , sostiene un bàculo , con una serpiente enroscada)
Por caso ., 1 gramo de toxina botulínica tiene la potencia suficiente para matar a 20 millones de personas. Sin embargo , la misma toxina , administrada en diluciones extremas, puede ( por su carácter bloqueante de la acciòn de la acetilcolina, que hace contraer los músculos) suavizar las arrugas de lapiel y mitigar las contracciones espàsticas de la esclerosis múltiple.
En el terreno , ahora , de lo ficticio ( que no aborda el libro que nos ocupa) pero con el ismo sentido , recordemos que : “ El Hombre Araña” es tal porque lo picò una araña radiactiva, y las adolescentes “ Tortugas Ninja” son la consecuencia de un accidente que las hizo caer en una alcantarilla conteniendo materias tòxicas.
Es bueno que alguien, como lo hizo nuestro autor, saque la cabeza fuera del laboratorio, donde las leyes funcionan afinadas, y cuente las maravillas y miserias del dilemàtico trabajo del científico, en el contexto de problemas reales.
El saber que èl comparte con nosotros , hace – en la medida que nos lo apropiemos y hagamos algo propio con ese conocimiento- que nuestra concepción de la realidad pueda subir de grado.
¿ No es ese, acaso , el objetivo que perseguimos , al aprender?
Interpretación
Es un acierto del autor abordar la Toxicología como una ciencia multidisciplinaria.
En las historias reales que sirven de vehículo a su intención, se trasnsparenta que cada sustancia ha sido ( en su devenir històrico y lo es màs a la luz de las ùltimas investigaciones) saludable o perniciosa, dependiendo del contexto : epocal , ambiental, social , disciplinar , en que sea utilizada.
Màs todavía , no podemos evitar ( como quisiera la visión romántica o dicotòmica) el lado ingrato de lo saludable.
El mismísimo oxìgeno tiene su lado malo : por una parte se combina con lo0s nutrientes de los alimentos que ingerimos , para suministrar energía a las células de nuestro organismo ; pero , al hacerlo , produce radicales libres ( àtomos de oxìgeno con un electrón no compartido).
El toxicòlogo Michael Trush , dice al respecto : “ continuamente estamos oxidándonos ; el precio bioquìmico de respirar es envejecer”
La quimioterapia ( a la par de su ìndole curativa) es un tratamiento sistémico a base de toxinas lo suficientemente fuertes, para causar los efectos no deseados de nàuseas , vómitos , caìda de cabello , pèrdida de peso e inmunodepresión.
La línea entre curar y matar es muy fina , y depende de en quièn y còmo se administre la droga.
Si no conocemos la tecnología, podemos engañarnos acerca de la necesidad y de las consecuencias de su empleo ; porque su naturaleza es dilemàtica : no puede suprimir cierto grado de incertidumbre que es inevitable , y contando con el cual , hay que decidir qùe es lo mejor dentro de lo posible.
Al decir de Burbules : “La Tecnología no resuelve ningún problema sin crear otro nuevo”
Como afirma Loren Resnick , solo puede ofrecernos soluciones mùltiples- nunca ùnicas-acerca de las cuales debemos decidir , responsable , pero dilemàticamente , evaluando la relación costo – beneficio de cada una de las soluciones alternativas.
El acercamiento a la tecnología que propone Alzogaray – a travès de las historias que cuenta- es complejo , en tanto no se sirve de un punto de vista ùnico, o siquiera ventajoso, para enfocar y abordar el problema , y , mucho menos , para hacer juicios terminantes , en relación con el mismo.
Antes bien , revela avances y retrocesos, prejuicios y errores, en el proceso de las investigaciones, alerta sobre lo dudoso ,en la ciencia, de los saltos casdi milagrosos y pone de resalto las causas mùltiples ( originadas en campos disciplinares diversos) de los problemas y las ventajas de tratarlos desde un enfoque pluridisciplinar.
El naturalista inglès John Tyndall descubriò- en 1875 – el primer antibiótico natural : la penicilina.
Ello pasò inadvertido porque , en esa època, se ignoraba que las infecciones eran producidas por microbios.
En 1926, el mèdico escocés Alexander Fleming redescubriò la penicilina y , aunque por esa època ya estaba claro el papel de los microbios en las enfermedades infecciosas , aùn se creìa que no era posible matarlos dentro del cuerpo humano.
A raìz de ello , la aplicación de la penicilina se demorò otros 20 años.
Convivimos con problemas de contaminación , de resolución incierta.
El cobre fue el primero de los metales- hace , ya , 5000 años- en ser extraìdo por el hombre , de sus minerales naturales. Sin embargo, su extracción , en el yacimiento a cielo abierto de Bajo la Alumbrera està causando – hoy mismo-graves problemas de contaminación con cianuro , en varias provincias del norte argentino.
Ni que decir del problema de la presunta contaminación del Rìo Uruguay , con compuestos clorados, efluentes de la fàbrica de celulosa de la localidad de Fray Bentos.
No podemos , como ciudadanos responsables , dar la espalda a los problemas derivados del uso de la tecnología , so pena de padecer las consecuencias en la presente o en las futuras generaciones.
Y , desde el punto de vista de nuestras posibilidades como paìs , el no disponer de tecnología , en materia , por caso , de la industria químico – farmacéutica, nos deja a la merced de la arbitrariedad de los precios que nos pudieren imponer los productores del exterior , los cuales seràn tanto mayores , cuanto menores sean nuestras alternativas de elaboración local sustitutiva.
Valoración
El hombre ha abandonado el orden natural.El resto de las especies evolucionaron adaptándose a su ambiente.
El hombre , cada vez màs, opta , en cambio, por adaptar el ambiente a sus propias necesidades. En ese camino, el hombre tambièn es cambiado por sus construcciones, de modo que se ve precisado de seguir investigando , para hallar soluciones a los desequilibrios que el referido proceso ocasiona.
Sin la tecnología los peces no se contaminarìan con mercurio , pero no serìa posible potabilizar el agua ; no habrìan ocurrido accidentes como el de Chernobyl , pero Stephen Hawking ( y tantos otros) serìan – hace ya tiempo – vegetales.
El empleo de la tecnología ( en una concepción realista , relacional) modifica al hombre.
Claro que no basta con la tecnología ; hace falta una `etica de la ciencia. Y es esta moral ( no la tecnología “ per se”) la que puede ser buena o mala.
Las técnicas de la ingenierìa genética pueden asistirnos en casos de infertilidad y quizás corregir enfermedades genéticas ; pero . por otra parte,no es incompatible con ello , que nosotros preservemos nuestro derecho a ser contingentes ( y tal vez providenciales) y no nacer programados como los alfa , betha y èpsilon de “ Un mundo feliz”.
Me viene a la memoria , a consecuencia de la lectura del librito de Alzogaray que , en los años 80·, un mèdico argentino creyò descubrir propiedades antitumorales en una sustancia llamada “ crotoxina” ( obtenida a partir de veneno de serpientes)
Las Sociedades locales de Oncologia denostaron , de inmediato ( por la vìa de solicitadas , en los medios de comunicaciòn masiva) las presuntas cualidades curativas de la crotoxina.
Aunque hoy sabemos que la sustancia resultò ser sòlo ( y no es que sea poco) un poderoso antinflamatorio , me pregunto : ¿ fue juiciosa la reacciòn referida de los especialistas? ¿ es razonable que , si la acreditaciòn de un nuevo medicamento demanda entre 5 y 10 años de pruebas ,su invalidaciòn sea una cuestiòn de , apenas , dìas?
El caso del niño Lorenzo Odone, espectacularizado en la pelìcula : “ Un milagro para Lorenzo” ( George Millar- 1992) afectado de iuna rarìsima enfermedad del sistema nervioso , curado con una mezcla de aceites de oliva y de colza , preparado ,autodidàcticamente , por sus padres, es una advertencia en el mismo sentido referido en el pàrrafo anterior.
Es muy difìcil conservar el equilibrio y adquirir el sentido de realidad y la madurez necesarias , para decidir entre opciones desagradables, si uno no ha hecho el proceso de salir ( y no permanece alerta a no recaer) en el terreno de las Teorìas ingenuas o no conscientes.
Tales teorìas, lo son sòlo por imperio de la inercia mental y pueden hacernos incurrir tanto en injustificadas actitudes tecnofòbicas , como en improcedentes exaltaciones de la tecnologìa. O , peor aùn , pendular entre una actitud y la otra.
El propòleo es una resina vegetal usada por las abejas para inmovilizar a los intrusos que entran en la colmena. Tiene cualidades bactericidas y antiinflamatorias.
En el año 1992, una partida de propòleo elaborada por el Laboratorio “Huilèn” causò varias muertes, entre los usuarios del producto, por contaminaciòn con dietilenglicol.
La contaminaciòn fue un sabotaje, segùn lo determinò el fallo judicial de 1999, que sobreseyò a los responsables tècnicos del Laboratorio.
Pero el boom del propòleo cediò y los beneficios de su empleo se perdieron.
En los años 60· , la talidomida, una droga elaborada por “ Quìmica Grunenthal en Alemania y recomendada por los mèdicos como sedante, causò una tragedia que alcanzò , incluso , a nuestro paìs.
Tomada por las embarazadas, en las que aliviaba las naùseas y los trastornos del sueño, produjo el nacimiento de 12000niños con malformaciones.
Las investigaciones revelaron que la talidomida se intercala en secciones especìficas del ADN , responsables de las instrucciones para la formaciòn de los vasos sanguìneos. Si no se forman vasos nuevos, el crecimiento de los tejidos se detiene.
Esta misma condiciòn de la droga la ha hecho ùtil en el tratamiento de la lepra y de ciertos tumores cancerìgenos.
Lo màs paradòjico de ests tragedia es que los descubridores de la talidomida estuvieron a punto de descartarla, pero no lo hicieron porque – en esa època – los calmantes màs efectivos de que se disponìa eran los barbitùricos ( que tenìan propiedades tòxicas).
Por lo tanto , quien lograra producir un sedante que no tuviera contraindicaciones , se enriquecerìa.
Lo màs irònico del caso es que la cualidad que màs valoraban ( a priori) en la talidomida , sus descubridores , era la ausencia de efectos secundarios.
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